domingo, 2 de septiembre de 2012

A modo de desahogo.


A veces parece que nada sale bien. Sientes que la gente que quieres te ignora o no te comprende realmente. No estás feliz con casi nada de lo que pasa en esos momentos. Y hasta la más mínima tontería puede enfadarte o hacer que llores. Lo peor es que piensas que la solución es esperar unos días a que se te pase esa sensación y guardártelo todo para ti, cuando eso sólo hará que te comas la cabeza cada vez más, pensando qué falla y qué haces mal. Y así pasará el tiempo hasta que se acumule todo y al final por cualquier cosa, por muy tonta que sea, explotes y le sueltes todo lo que te has guardado a la primera persona que te venga. Al final acabarás haciendo más daño del que deberías a alguien que no se lo merece, y entonces te sentirás incluso peor que antes. Sientes tanta impotencia que desearías poder desaparecer, porque piensas que estarías mejor así y nadie te echaría de menos. Hasta que entonces llega alguien que con un simple ‘Todo saldrá bien’ hace que las cosas no parezcan tan malas. No hablo de alguien que te guste o que quieras. Hablo de un amigo, un hermano o incluso tus padres. Porque sí, podremos discutir mil veces con ellos, pero si de algo hay que estar segura es de que estarán ahí y darían lo que fuese para que fueses feliz.
Y así siempre, intentando no caer cuando hay personas que serían capaces de levantarnos sin dudarlo.

1 comentario:

  1. tienes un buen blog, me gusta:3, te dejo el mio
    http://stavematt.blogspot.com.es/
    xx

    ResponderEliminar